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Mostrando entradas de mayo, 2020

Capítulo 16: Sawadika.

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Por fin llegaron mis ansiadas vacaciones. A diferencia que en el resto de mi vida, ahora eran en invierno, en diciembre. Pero eso no era motivo para no disfrutarlas como de costumbre, con un poco de calor, sol y playa. ¡Me fui a Tailandia con mis amigas! Aprovechando los descuentos de la compañía, me fui de viaje con Carmen, Aurora y Patri. Estaba muy ilusionada por el hecho de que fuesen a viajar en mi aerolínea y pudiesen experimentar en primera persona lo que yo llevaba ya seis meses contándoles. Aunque esta vez yo era una pasajera más y no la azafata. Viajamos las cuatros juntas. Aterrizamos. Nada más poner un pie fuera del aeropuerto, ya teníamos a cientos de tailandeses sonrientes llamando nuestra atención con su saludo típico: palmas de las manos juntas delante del pecho en compañía de un agudo "sawadika". ¡Qué bien nos sonaba aquel hola tailandés! Primera parada, Phuket. Es uno de los lugares de fiesta por excelencia en Tailandia así que, eso fue lo primero q...

Capítulo 15: Una Julia que no conocía.

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Todo en lo que había pensando cuando decidí hacerme azafata era la posibilidad de viajar por el mundo. Nunca me había planteado que aparte de conocer nuevos países y culturas iba a conocerme a mí misma mejor que nunca. Iba a descubrir una Julia que no conocía. Hong Kong fue el primer destino en el que salí sola. Nadie quería salir a ver la ciudad porque ya la habían visto. Yo me preguntaba cuál era el problema de volver a verla... Pero claro, ya tenían la foto típica de ese destino y no había nada más que les empujase a salir. Era mejor quedarse en la habitación del hotel para dormir, ver series y pedir servicio de habitación. Y aunque en aquel momento sentía rabia por cruzarme con gente tan poco aventurera y oportunista, con el paso del tiempo los llegué a entender perfectamente. También sentía rabia por tener que salir yo sola. Sin embargo, no podía desaprovechar la oportunidad de ver una ciudad nueva solo porque no tuviese compañía. Busqué el nombre de los lugares que quería vi...

Capítulo 14: La vida, para mí.

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Toda mi vida se veía afectada de una u otra manera por mi profesión. Ser azafata de Qatar Airways no era simplemente un puesto de trabajo, era un estilo de vida. Por un lado, las normas y reglamentos que teníamos no se limitaban al turno de trabajo, iban mucho más allá de eso. Teníamos toque de queda, doce horas antes del vuelo debíamos estar encerrados en casa. No podíamos dormir fuera, de 4:00 a 7:00 am teníamos que estar en nuestro alojamiento obligatoriamente. Sólo podían entrar a nuestro edificio personas de la compañía y residentes de Catar. Y podían hacerlo en una franja horaria específica, de 7:00 am a 10:00 pm, lo que significa que no podían quedarse a dormir. Si estabas en un alojamiento femenino, sólo podía visitarte tu madre o hermana y viceversa. Mi hermano vino a visitarme a Doha y tuvo que alojarse en un hotel. No podías tener granos, heridas o el pelo teñido. No podías tener tatuajes, ni siquiera aunque no estuviesen visibles. Tampoco piercings, yo tuve que quitarm...

Capítulo 13: Elige un trabajo que te guste y no tendrás que trabajar ni un sólo día de tu vida.

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Todavía no me gustaba QROC, odiaba el taconeo uniforme, los moños repeinados, las cabezas engominadas y las caras largas. Odiaba el ambiente tenso que se respiraba allí y el briefing. Pero una vez en el avión, la cosa cambiaba... ¡Adoraba mi trabajo! Había ido cogiendo más y más experiencia y todo lo que al principio me parecía un mundo, ahora lo hacía sin pensar, de manera automática. Entraba en el avión, me quitaba la chaqueta del uniforme, preparaba la chaqueta del servicio y los zapatos planos, para después del despegue. Revisaba mi asiento y el cinturón de seguridad. Usaba el megáfono y el teléfono de mi asiento para confirmar que funcionaban correctamente. Hacía el chequeo de mi puerta para asegurarme de que estaba desarmada (en caso de abrirla, la rampa no se inflaría). Más tarde, cuando todos los pasajeros estaban a bordo y las puertas se cerraban, la armábamos, para que la rampa se inflase en caso de emergencia. Comprobaba que las botellas de oxígeno, chalecos salvavidas,...

Capítulo 12: La vuelta al mundo en menos de 80 días.

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Iba aprendiendo tan rápido que no era consciente de que lo estaba haciendo. Cada día de trabajo era un chute de experiencias: el vuelo, los compañeros, los pasajeros y, cómo no, el destino. Doha-Auckland, Nueva Zelanda. Vuelo ultra-largo, 17 horas. Siempre me había despertado curiosidad saber qué hacían los azafatos en vuelos tan largos. Me tocó experimentarlo antes de lo esperado. Mi vuelo era a Hong Kong, supuestamente. Una hora antes de salir de casa, me avisaron de que me habían cambiado el vuelo a Auckland. Rápidamente tuve que deshacer la maleta con ropa de verano para China y rehacerla con ropa de invierno para Nueva Zelanda. ¡Me iba al culo del mundo! Era el vuelo más largo que existía en el mundo entonces. En vuelos de más de 10 horas teníamos siempre un descanso, así que el avión debía incluir camas. Aquel era un Boeing 777. Desde la cocina, teníamos acceso a un habitáculo con camas que se encontraba literalmente sobre los pasajeros. De hecho, la salida de emergencia...

Capítulo 11: VIP

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Ya no era cascarón de huevo. Se acabó la Yulia aprendiz. Ahora sí que podía decir en mayúsculas que era azafata de Qatar Airways. Llegó el día de mi primer vuelo oficial. ¡Bangkok, allá voy! Mis nervios quedaban encubiertos por la emoción. Me iba a Tailandia, el destino número uno de mi ranking. Busqué una guía de cosas que visitar en Bangkok en un día. Tomé nota y elegí lo que más me llamó la atención. Preparé mi maleta minuciosamente, asegurándome de meter un conjunto bonito para todas las fotos que me haría en los templos y en el mercado flotante. ¡Iba a tener un montón de likes! Llegué al briefing. La supervisora era tailandesa. Tras diez minutos, yo ya no tenía tanta devoción por Tailandia ¡Menuda víbora! Y, por si fuera poco, nos había tocado premio extra. Había un "checker", encargado de observarnos durante el vuelo y asegurarse de que todo procedimiento del manual era seguido al pie de la letra. ¡Sálvese quién pueda! Llegamos al avión. Preparamos la cabin...

Capítulo 10: Más choque cultural.

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Catar es un país tan extremadamente diferente que hasta las cosas más simples me producían sensación de choque cultural. ¿Cómo podía ser tan distinto el simple hecho de ir a la playa o salir de fiesta? Aún me negaba a aceptar que ir a la playa en verano en Catar era una pesadilla más que una satisfacción. Yo era la única, nadie quería acompañarme a disfrutar de aquel sol radiante y agua hirviendo. Así que, por primera vez, salí sola en Doha. Al llegar al hotel, el taxi se paró y el portero me abrió la puerta del coche. Al entrar, me acerqué a la recepcionista para pagar la entrada a la playa. ¿Qatar Airways, señora? No parecía haber dudado ni lo más mínimo de que yo era azafata. Sí, y mostrándole mi carnet obtuve el descuento correspondiente. ¡Aquel carnet era tan beneficioso y tan opresivo al mismo tiempo! Apenas había puesto un pie en la playa privada y uno de los trabajadores se dirigió a mí con un "buenas tardes, señora" y me acompañó hasta una tumbona donde m...

Capítulo 9: Entre abaya y dishdash.

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El vuelo a Delhi fue cansado, sí, pero el día siguiente fue peor. Me dolía todo el cuerpo, el suelo se me movía al caminar y me producía mareos y ansias así que me pasé todo el día sin moverme del sofá ¡Qué poco acostumbrada estaba a volar! O a trabajar... Me había equivocado al mirar el roster y pensaba que mi próximo vuelo era al día siguiente. Pues no, era aquella misma noche. Menos mal que me dí cuenta a tiempo, si no aquel vuelo a Delhi podría haberse convertido en el primero y el último. Qatar Airways no se lo pensaba dos veces a la hora de ponerte de patitas en la calle. Esta vez en el briefing las caras no eran tan largas como el día anterior. La supervisora parecía muy agradable y, al ser un avión pequeño, un Airbus 321, éramos muchos menos azafatos así que todo quedaba más en familia. Normalmente, desde el briefing, uno ya sabía cómo iba a ir el vuelo, dependía, al 80% diría yo, del supervisor que te tocase. Buenas noches,  soy Julia, española, este es mi segundo...