Capítulo 26: ¿Hasta siempre?
A pesar de haber empezado a plantearme un cambio de aerolínea, de país o de trabajo, aún quería continuar exprimiendo al máximo aquella aventura por algún tiempo más. Sin embargo, no tuve oportunidad de llevarlo a cabo. Por desgracia, mi madre murió y tuve que enfrentarme al momento más duro de mi vida y, sin duda alguna, quise hacerlo cerca de los míos, en España. Así que mi carrera con Qatar Airways, mis viajes, mis días con Sahar, mi rutina con Luca y mi vida en Doha terminaron sin esperarlo.
Tras haber firmado la carta de dimisión tuve que quedarme durante un mes más en Catar para completar las últimas semanas de contrato. Aproveché para hacer un último viaje que había estado durante mucho tiempo en mi lista de deseos: visité Capadocia, en Turquía, y fue el destino perfecto para poner fin a mi aventura trotando mundos.
Además, fue durante esas últimas semanas allí, cuando empecé a ser más consciente de la manipulación que Qatar Airways ejercía sobre mí y a ansiar el fin de mi carrera profesional con ellos. En mi última noche en Catar decidí que rompería el toque de queda y me quedaría a dormir con Luca. No pude. Era tal el lavado de cerebro que me habían hecho a lo largo del tiempo que estuve allí, que estando ya prácticamente durmiendo en la casa de Luca, empecé a sentir ansiedad y tuvo que llevarme a mi casa rápido antes de que empezase el toque de queda de las 4 am. Yulia 0 - Qatar Airways 1. Al tiempo, volví a Catar de vacaciones varias veces y en una de ellas, Luca y yo acompañamos a Sahar a una oficina de la aerolínea y justo en la puerta de entrada, en un acto espontáneo, me lancé a abrazar y a besar a Luca, no sé si fue porque ya me sentía completamente libre o por pura venganza. Ni que decir tiene que dormí todas y cada una de esas noches con Luca. Yulia 1 - Qatar Airways 0.
A pesar de que el final allí no fue fácil, nunca dejaré de estar agradecida y de sentirme afortunada de todo lo que viví. Si pudiese volver atrás, lo repetiría sin dudar. Cumplí mi sueño de viajar por el mundo. Conocí muchas culturas, lenguas y personas. Aprendí que por muy perturbadas que me parezcan otras culturas, debo aceptarlas y respetarlas porque no hay ideales perfectos y porque nacen de una tradición difícil de cambiar. Disfruté de una vida de lujos. Trabajé de algo que me encantaba y me hacía feliz. Me adentré en un aprendizaje continuo muy enriquecedor. Me vi envuelta en miles de situaciones complicadas e inesperadas que me hicieron más fuerte y, en gran medida, me ayudaron a hacer frente a la pérdida de mi madre. Todo aquello que viví ha contribuido enormemente a hacer la persona que soy hoy y que estoy orgullosa de ser.
Si el final en Catar no fue fácil, el retorno a España lo fue menos. Sufrí el duelo por la muerte de mi madre. Empecé a opositar para retomar aquel camino del que había hecho un paréntesis para irme a Catar, ser profesora de inglés, así que mi vida se resumía en estudiar. No conseguía desprenderme de la sensación de presión por las restricciones que había tenido en Catar. Mi relación con Luca pasó a ser a distancia. Llegó una pandemia mundial y el toque de queda, que creía que no volvería a escuchar, retomó su importancia aquí en España.
Debido a la pandemia, se canceló mi examen de oposiciones y lo que en un principio sería un año estudiando, se convirtió en dos. A lo largo de esos dos años, seguía echando de menos el mundo de la aviación y tuve muchas dudas de si seguir adelante con el estudio para ser profesora o mandarlo todo a tomar por culo y volver a ser azafata. Entre duda y duda, mandé mi CV a las pocas aerolíneas que estaban contratando en tiempos de pandemia e hice una entrevista con Ryanair. Me cogieron. A las pocas horas de recibir un email de Ryanair con una oferta de trabajo, salió la convocatoria de examen de las oposiciones. Decidí tomarme lo de la convocatoria como una señal, me olvidé de la aviación y fui a por todas. Unos meses más tarde, hice el examen de las oposiciones y conseguí mi plaza de profesora de inglés. Es curioso cómo hace unos cinco años, hui del trabajo de profesora en una academia y tan sólo unos años más tarde hice el mayor esfuerzo posible por conseguir mi plaza en la enseñanza. Será que el novelista irlandés George A. Moore tenía razón cuando dijo que el hombre viaja por el mundo para buscar lo que necesita y vuelve a casa para encontrarlo.
Ahora, hace casi tres años que dejé Catar y volví a ser Julia (aunque nunca dejaré de ser gran parte de aquella Yulia). Soy profesora de inglés en un instituto. Vivo en Málaga, con Luca y sin toque de queda. Me encanta mi trabajo, aunque no lo voy a negar, echo de menos la aviación. De camino al instituto veo los aviones despegar y aterrizar en el aeropuerto y me imagino que estoy yo dentro con mi moño repeinado y mi gorrito color vino tinto sentada en el "jumpseat" en posición "semi brace". No descarto volver a la aviación en un futuro pero, de momento, me quedo con la estabilidad, la paz mental, mi tiempo, mi rutina, mis alumnos, mi familia y amigos, mis vacaciones, mis viajes planificados y mi libertad.
Me encanto todo... bonita tu aventura como azafata
ResponderEliminarPrecioso Julia, como siempre 🥰
ResponderEliminarMe encanta tu valentía !! 😘
ResponderEliminarBuenísimo Julia!!
ResponderEliminarFellow ex QR crew here. Congratulations for following your dreams and breaking free from Guantanamo 😁
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